No es un problema único de Cijuela la deficiente gestión de los saneamientos pero en Cijuela sufrimos como pocos la mala gestión y el urbanismo especulativo y desordenado del PSOE, el hedor que cada noche de verano entra en nuestra casas, patios y calles rompiendo las que podrían ser unas agradables veladas, nos debe parecer algo normal según nuestros gobernantes locales y nos pide que nos acostumbremos el concejal de siempre si alguien protesta.
Admitimos los ciudadanos y ciudadanas de Cijuela que se puedan hacer y vender viviendas a muy pocos metros de las cloacas. Aceptamos que las aguas sucias se mezclen con las aguas que riegan los alimentos que nos comemos. Nos dicen que así son las cosas y que hay que acostumbrarse y aceptamos, pero ¿no han habido medios y recursos para solucionar este auténtico problema durante años de bonanza económica?.
No estamos en el siglo XV cuando se decía “agua va”, es el siglo XXI en Cijuela, en la “Andalucía imparable” durante décadas, ¿no han habido, ni hay recursos para evitar que nuestros ríos y acequias de riego no sean cloacas insoportables y envenenadas?. Nuestro Alcalde, por su cuenta, o en la Mancomunidad de Municipios, ¿no podría coordinarse con los demás municipios de la zona para priorizar la depuración de aguas y modernización de las infraestructuras de saneamientos que tenemos y padecemos en común y por separado en barrios como El Cañaveral?, ¿Porqué engañó a los vecinos y a nosotros diciendo que todo estaba listo para hacer la depuradora?.
Un Alcalde que en los años de su burbuja inmobiliaria presumía de tener un millón de pesetas diario para gastar, ¿no tuvo un solo minuto para oler y pensar en los vecinos que soportan cada noche estos problemas?.
Llega el verano y con él continúa un año más la fragancia y las promesas con olor a agua sucia a cielo abierto y con saneamientos caducos en todo nuestro pueblo.
Diga públicamente el Alcalde en que lugar de prioridad tiene colocado este problema, diga a los vecinos si con 40 metros de obra que nos han costado 54.000 euros da por terminado el problema.
Cuando lo nuevo no mejora por intereses especulativos, se construye sobre los cursos de las aguas, después vendrán los problemas.

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